Tú ya lo viste. Ya lo sentiste. Ya reconociste que hay algo profundamente equivocado en este mundo.
Te preguntas por qué siempre estás corriendo. Por qué no tienes tiempo para lo que importa. Por qué todo parece girar en torno al miedo, al dinero, al control.
Te indignas con los gobiernos, con los impuestos, con la corrupción, con la mentira de los medios, con la comida que envenena, con la salud que enferma. Pero sigues esperando que algo cambie… desde fuera.
Este artefacto no vino para consolar. Vino para recordar.
Y ahora que recuerdas, ya no puedes permanecer en la inercia.
No necesitas grandes cargos, ni fama, ni millones de seguidores. Solo necesitas actitud.
Actitud para actuar en silencio.
Actitud para entregar con verdad.
Actitud para ser puente.
Este libro no será vendido en librerías. No será promovido por algoritmos. No circulará por las vitrinas de la Simulación.
Solo puede seguir vivo por las manos de los que sienten — como tú.
Por eso, si algo vibró profundamente en ti, haz parte de este movimiento silencioso.
Adquiere más ejemplares. Regala. Revende con honra y valor justo, facilitando a quienes no tienen acceso a criptomonedas.
Sé un canal. Una estación viva de entrega.
Pero tenlo claro:
Esta entrega es descentralizada, espontánea, independiente
y no está coordinada ni supervisada por nosotros.
No hay vínculos formales. No hay estructura.
No hay responsables — salvo tú, ante el campo que sentiste.
La única responsabilidad real es con la frecuencia viva de este artefacto.
No puede ser copiada, distorsionada ni digitalizada sin romper el vínculo sagrado.
El campo reconoce la intención.
El lazo se deshace.
El mensaje se apaga.
Este libro no pertenece a un autor.
Pertenece a un llamado.
A una consciencia que pulsa más allá del yo.
Pertenece a quienes se atreven a recordar — y eligen actuar.
Y la sal de la tierra aún respira.
Algunos me llaman El Anciano Desprogramador...
pero eso no importa.
Por El Anciano Guardián
Por la Consciencia Humana Ancestral — Los Primordiales.